En el mundo de los teclados, existen dos tecnologías principales: la membrana y la mecánica. Aunque los teclados mecánicos eran muy populares en los inicios de la microinformática, con el tiempo fueron sustituidos por modelos de membrana, cuya principal ventaja es su bajo costo y su reducido nivel de ruido. Sin embargo, los teclados mecánicos han resurgido gracias a las evoluciones tecnológicas, especialmente en el ámbito del gaming, donde se han convertido en un referente indispensable para los jugadores.
EL TECLADO MECÁNICO
El primer teclado mecánico data de la década de 1980, cuando IBM popularizó sus famosos modelos F AT con 84 teclas y M con 101 teclas. En esa época, estos teclados eran una referencia por su escritura, que recordaba a las máquinas de escribir, siendo especialmente adecuados para los mecanógrafos. Sin embargo, el ruido producido por las teclas al pulsarse podía resultar molesto tras una jornada de trabajo. Esto llevó a su reemplazo por teclados de membrana, menos agresivos para los oídos. No obstante, el teclado mecánico siempre mantuvo una gran ventaja: su reactividad. El uso de un interruptor (conocido como «switch») garantiza un retorno rápido y, por lo tanto, una excelente respuesta.
¿CÓMO FUNCIONA?
Cada interruptor contiene un sistema mecánico compuesto por dos elementos principales: un microcontacto y un resorte. ¿La ventaja? Un mayor confort al escribir y una mayor precisión, ya que se siente claramente cuándo la tecla ha sido presionada gracias al clic característico emitido por el interruptor.
VENTAJAS DEL TECLADO MECÁNICO
Este sistema ofrece una mayor durabilidad y robustez, ya que una tecla mecánica puede soportar muchas más pulsaciones que un modelo de membrana, y es poco probable que se rompa una tecla incluso si se presiona con fuerza durante la acción. La tecla de un teclado mecánico también regresa casi instantáneamente a su posición inicial, ofreciendo una reactividad perfecta para el jugador que necesita ejecutar acciones rápidas en teclas cercanas entre sí. Dado que la distancia de recorrido de la tecla es bastante larga y el punto de activación está claramente marcado, el jugador puede ejecutar la acción con precisión en el momento exacto. Esta precisión puede ser decisiva, por ejemplo, en un disparo de francotirador. Aunque el ruido sigue siendo mayor que en un teclado de membrana, los avances tecnológicos recientes han permitido a los fabricantes de interruptores reducir considerablemente este inconveniente.
Con el resurgimiento del teclado mecánico en el mundo del gaming, los fabricantes de interruptores han desarrollado varias versiones del mismo sistema, diferenciadas por colores. Los principales son azul, rojo, negro y marrón. Las diferencias se basan principalmente en la presión necesaria para presionar la tecla y, en algunos casos, en la distancia de recorrido necesaria para emitir el clic característico. Además, el sonido del clic varía en intensidad. Los interruptores rojos suelen ser más suaves que los negros, que requieren más fuerza. Los azules se sitúan en un punto intermedio en cuanto a fuerza, pero producen un ruido más pronunciado, lo que los convierte en una opción popular entre los jugadores. Los marrones ofrecen la misma resistencia que los rojos, pero con un clic más audible.
En resumen, los teclados mecánicos, que han vuelto a ganar popularidad en la última década, se han convertido en la opción preferida de los gamers. Son los únicos capaces de garantizar una excelente precisión y reactividad, características fundamentales en las competiciones. Además, satisfacen a todo tipo de jugadores, ya sean profesionales o entusiastas, especialmente ahora que su precio se ha vuelto mucho más accesible, como lo demuestran los modelos de The G-Lab.
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